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empresa (Harris et al., 1998). Sin embargo,
en la era digital las tecnologías son
ubicuas, por lo tanto, hablando de
innovación digital, es recomendable
promover la improvisación en toda la
empresa en vez de delegar esta labor a una
sola área (Levallet & Chan, 2018). La
improvisación organizacional se puede
comparar con el jazz improvisado, en
donde se tiene que componer y tocar a
mismo tiempo (Fros & Weick, 1998). En
este sentido Pina, Cunha, y Kamoche,
(1999) definen a la improvisación como la
concepción de acciones mientras estas se
ejecutan. Sin embargo, dentro de la
innovación digital las empresas no deben
tomar a la improvisación como un
resultado de la casualidad, por lo tanto, es
recomendable que las empresas utilicen la
improvisación como una estrategia
deliberada (Pavlou y El Sawy, 2010).
Afortunadamente para las PYMES la
maleabilidad de las tecnologías digitales
permite un mayor grado de improvisación,
además gracias a que en la actualidad estas
tecnologías son relativamente baratas
existe un menor costo por fallar en su
implementación (Zimmer, 2019). Por lo
tanto, las PYMES deben de proveer a sus
empleados con la flexibilidad suficiente
para poder evocar la creatividad mientras
ejecutan sus labores asignadas (Yoo et al.,
2012), junto con un liderazgo sinérgico
que permita estructuras jerárquicas laxas
que den pie a la improvisación en el uso de
las nuevas tecnologías (Barrios, 2017).
4.6 Estrategias digitales de las PYMES
para entrar el comercio internacional
La internacionalización de una empresa
recae de manera importante en la
experiencia acumulada con la que ésta
cuente, sin embargo, para las PYMES este
factor puede ser una barrera debido a las
características propias de este tipo de
empresas como la toma de decisiones
centralizada, que por lo normal recae en el
dueño de la empresa, cortos tiempos de
vida, capacidad económica y operaciones
limitadas (Lloyd-Reason, 2000). Sin
embargo, es ampliamente reconocido que
el internet y los negocios digitales proveen
a las empresas de nuevas formas de
conducir sus negocios, permitiéndoles
ampliar su eficiencia y desarrollar nuevas
formas de coordinar sus actividades
(Verity et al., 1994). Además, el internet
ha puesto la comunicación global al
alcance de todas las organizaciones
incluyendo a las PYMES, lo que les
facilita posicionarse dentro de la escena
internacional desde su creación para
explotar rápidamente nuevas
oportunidades internacionales. El acceso
a las comunicaciones globales permite la
colaboración en cualquier lugar y a
cualquier hora, esto ha cambiado la forma
en que las empresas trabajan e interactúan,
lo que ha facilitado la innovación abierta y
ha llevado a una nueva ola de empresas
globales (Bell y Loane, 2010).
La rápida y agresiva internacionalización
de algunas PYMES, ha sido objeto de
estudio de diferentes investigadores en las
últimas dos décadas, ya que existen start-
ups globales pioneras en negocios
internacionales que en la actualidad
cuentan con un volumen significativo de
exportaciones a diferentes partes del
mundo (Weerawardena et al., 2007).
McDougall, Shane y Oviatt (1994)
acuñaron un término para este tipo de
empresas, nombrándolas “nuevos
negocios internacionales” o “INVs” por
sus siglas en inglés (international new