REVISTA INNOVA ITFIP, 4 (1), 84-94 JUNIO 2019
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LIDERAZGO DOCENTE UNA OPORTUNIDAD PARA AFRONTAR LOS DESAFÍOS
EN EL APRENDIZAJE DIGITAL
Teaching leadership an opportunity to address challenges in digital learning
Victorina Castrejón Reyes, Claudia Cintya Peña Estrada
vica_60@hotmail.com, claudia.cintya.pena@uaq.mx
Facultad de Contaduría y Administración, Universidad Autónoma de Querétaro, México
Como citar este artículo. Castrejón, V. y Peña-Estrada, C.C. (2019). Liderazgo docente una
oportunidad para afrontar los desafíos en el aprendizaje digital. Revista Innova ITFIP.
Pág 84 94
Recibido: Diciembre de 2018 Aprobado: Mayo de 2019
Resumen
En una era digital en la que el mundo se desenvuelve, son cada vez mayores los retos para poder ofrecer
soluciones que atiendan las necesidades educativas. Hablar de aprendizaje digital, implica desarrollar
habilidades digitales en el profesorado, de a la importancia que recobra el liderazgo para poder
enfrentar las exigencias ante un cambio obligado de un ambiente presencial a uno virtual o digital. De
tal forma que el objetivo de la presente investigación es identificar y establecer los elementos que un
docente debe poseer para ser considerado con un liderazgo que promueva el aprendizaje digital. El
enfoque de la investigación es cuantitativa, exploratoria y transeccional. No obstante, se presenta un
avance de la investigación para poder contextualizar esta primera entrega y dar oportunidad de
profundizar en los resultados analizados sistemáticamente.
Palabras Clave: aprendizaje digital, liderazgo, docente, educación superior
Abstract
In a digital era in which the world is unfolding, there are increasing challenges to be able to offer
solutions that meet educational needs. Talking about digital learning implies developing digital skills
in the teaching staff, hence the importance of leadership in order to face the demands of facing a
forced change from a face-to-face environment to a virtual or digital one. In such a way that the
objective of this research is to identify and establish the elements that a teacher must possess to be
considered with a leadership that promotes digital learning. The research focus is quantitative,
exploratory and transectional. However, an advance of the research is presented in order to
contextualize this first installment and
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give an opportunity to deepen the results systematically analyzed through the bibliographic review.
Keywords: Digital learning, leadership, teacher, higher education
-
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1.
Introducción
En el presente la mayoría de las organizaciones
empresariales y sociales dependen cada vez
más de la digitalización de sus procesos,
muchos de ellos se desarrollan en línea lo que
provee muchas ventajas en cuanto a
sostenibilidad y tiempo lo que les permite el
logro de objetivos estratégicos. A lo anterior,
los constantes cambios económicos, políticos y
sociales asociados con la globalización con ello
presenta no solo un alto grado de incertidumbre
según (Gilstrap y Hendershot 2015); Batista &
Guacari, 2018), sino un incremento continuo
de redes, grupos e interacciones con un rápido
desarrollo de tecnologías de comunicación
(TIC) al interior de las organizaciones, las
cuales han fortalecido las interacciones;
justamente la inclusión de la tecnología a las
organizaciones es lo que ha permitido cierto
grado de certeza. Por consiguiente, “las TIC
son un pilar fundamental para el desarrollo de
las organizaciones empresariales” Palma,
Alarcón & Hernández. (2018). En
consecuencia, se hace necesario e
indispensable el desarrollo tecnológico por
medio de la utilización de herramientas de
Información y Comunicación TIC y la
reflexión; con el fin de poder tener elementos
de juicio para dar soluciones a las diferentes
problemáticas” Barragán & Zarete (2017).
Así como los estudiantes deberían desarrollar
competencias en el proceso enseñanza
aprendizaje, se habla de las habilidades y
destrezas que debe tener el líder docente con la
finalidad de contribuir a ese desarrollo.
La gestión del conocimiento implica liderazgo
proactivo y metodologías activas como el
aprendizaje cooperativo y competencias
digitales. La competencia digital (CD) es la
que implica el uso creativo, crítico y seguro
de las tecnologías de la información y la
comunicación para alcanzar los objetivos
relacionados con el trabajo, la empleabilidad,
el aprendizaje, el uso del tiempo libre, la
inclusión y participación en la sociedad.
La forma de definir la CD, nos lleva a
identificar elementos desde la administración
como creatividad, espíritu crítico, búsqueda
eficaz y eficiente de la información y sobre
todo a afrontar los retos que se presentan en la
formación de los estudiantes para una
educación basada en Innovación y desarrollo
basada en la nueva gestión (NG), además de
considerar que estas habilidades no se reducen
al ámbito académico y profesional; sino que
van también encaminadas a la interacción
social, empleabilidad, ciudadanía, bienestar,
utilización de recursos en línea y recreación.
2.
Desarrollo del tema
El papel del líder docente en el contexto
digital
Se reconoce la incursión de una serie de
modelos, teorías y estrategias de intervención
de la administración empresarial en la
administración pública en especial en el
ámbito educativo, uno de los principales
conceptos tiene que ver con el liderazgo, se
puede afirmar que el liderazgo es un fenómeno
determinado por múltiples variables en las que
participan las competencias y diferencias
individuales de los líderes, las características
de los colaboradores y las condiciones
contextuales, las cuales tienen un impacto real
en el contexto de la calidad educativa, el
liderazgo docente debe ser capaz de
“movilizar y articular actores y tomar
múltiples acciones necesarias para alcanzar las
metas acordadas” (Ruíz, 2013, p. 85).
Bernal e Ibarrola (2015), definen al liderazgo
como un “proceso por el cual los profesores,
individual o colectivamente, influyen en sus
colegas, en los directores y en los miembros de
la comunidad escolar para impulsar las
prácticas de enseñanza aprendizaje con la meta
de aumentar el logro y el aprendizaje de los
estudiantes (p. 62), en esta definición hay
varias consideraciones: la primera ve al
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liderazgo como un proceso interactivo de
influencia social, que no se produce de manera
aislada sino planeada, organizada que influye
para el desarrollo de potencialidades a través
de las herramientas disponibles y la segunda,
observa el compromiso y la responsabilidad
del líder para afianzar el desarrollo y
consolidación de un proyecto educativo que
esté al alcance de la mayoría.
El tipo de liderazgo que una persona ejerce,
depende del nivel educativo que éste haya
tenido, el cual es directamente proporcional a
la mezcla de estilos de liderazgo, es decir, a
mayor nivel educativo mayor mezcla de estilos
de liderazgo y viceversa. Esto a su vez
garantiza que puedan encontrar formas que se
ajusten a intereses del contexto escolar para
responder mejor a las necesidades de la
comunidad educativa. (González et al., 2016).
Es innegable que los deres docentes son
también catalizadores del cambio, impulsando
y apoyando la innovación, acción necesaria en
cualquier área con la finalidad de la mejora de
la calidad; por lo anterior que es necesario que
el líder docente esté abierto a la utilización de
nuevas herramientas que fomenten y
consoliden un nuevo modo de aprender.
Contreras en el 2016, ya menciona como el
auténtico líder aquel que es competente para
adaptarse y conseguir que otros se adapten a la
nueva sociedad del conocimiento, explorando
nuevas ideas y todos. Por su parte
Santibáñez, (2017) hace referencia a la
búsqueda de la mejora continua como
compromiso encaminado a la responsabilidad
social en una organización.
El cambio en el siglo XXI en la
educación es crear instituciones que
aseguren en todos los niveles una
educación mediante el desarrollo de
tecnologías digitales, ello presenta un desafío;
para logar lo anterior, se requiere la
vinculación del liderazgo docente con el
aprendizaje para garantizar a los
estudiantes el desarrollo de competencias
digitales en los diferentes niveles de
formación. Un liderazgo que propicie el
acceso a la información a la gestión pública y
un cambio en el ámbito laboral. Torres y Pérez
(2017), señala que las exigencias de la
sociedad sobrellevan a los docentes
universitarios a buscar soluciones reales a
problemas que exige el contexto de la
educación universitaria y de investigación.
Buguet (2000) citado por Torres y Pérez
(2017), indica que el docente debe perfilarse
hacia el cambio social, el propio liderazgo de
convertirse en un actor que promueva el
cambio y también que genere
transformaciones reales.
El internet es la herramienta que se
vincula a estos cambios, con su introducción
produjo múltiples fuentes de emisión de datos
que exigen procesamiento, validación y
análisis críticos de la información. El internet
por otra parte habilita otras formas de
comunicación como las redes que se
“distinguen como sistemas
organizacionales con estructuras flexibles y
colaborativas basadas en afinidades, objetivos
y temáticas comunes entre los miembros”
(Morales, 2017, p2).
La gestión del conocimiento en la educación
superior, entonces, ha venido a replantearse a
partir de este nuevo contexto, estas
transformaciones conllevan a nuevas formas
para planear y organizar las relaciones y a
nuevos modelos de evaluación del proceso de
enseñar y aprender, el saber ahora circula de
otras maneras, más rápidamente y con más
información que propicia un cambio social,
económico, político, cultural y educativo
(ITU, 2017). El reconocimiento del papel que
juegan las acciones de los individuos en este
proceso tiene que ver con la responsabilidad
del medio ambiente y la colaboración con otras
personas a la distancia para resolver problemas
reales, esto significa que el aprendizaje por
medio de CD está siempre entrelazándose de
maneras tanto sutiles como complejas para la
explicación de problemas en lo colectivo.
Para Elmore, (2010) por ejemplo los líderes
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docentes favorecen la intencionalidad de las
clases centrando su objetivo en profundizar en
el conocimiento complejo o de orden superior y
no aquellas actividades de baja intensidad, el
liderazgo formal por su parte propicia el
convencimiento, la movilización de otros hacia
el logro de las metas establecidas, anticipándose
a los cambios en los modos y medios del
proceso sobre todo en el ámbito técnico que
seguramente repercutirá en los ámbitos
organizacional y socioemocional. Palma et al.
(2017), señalan que los egresados después de
insertarse en el ámbito laboral, el empleador
percibe la calidad de la formación recibida, de
tal forma que las competencias desarrolladas y
el nivel de satisfacción con la institución son
claves para el éxito laboral.
Así como lo menciona Castro (2017), la
relación universidad-empresa, requiere de un
grado de responsabilidad y competitividad
aunado a las prácticas de una visión
prospectiva de desarrollo del mercado.
Competencia digital
Si nos ubicamos a los antecedentes del
internet, podemos encontrar datos desde los
años setenta en proyectos financiados por el
Departamento de Defensa en Estados Unidos,
para posteriormente ser continuados por el
Centro Europeo de Investigación Nuclear
(CERN) en los años ochenta y finamente en
los 90´s y principios de los años 2000 es
cuando se aparece el concepto de
alfabetización digital como un impulso
importante para dirigir acciones a afrontar los
retos que eran producidos por la tecnología
digital en todos los ámbitos, ya para ese
momento se identificaba la necesidad de
desarrollar habilidades de competencias
digitales en las personas (Fraser, Atkins y
Richard, 2012).
En el caso de América Latina (LA) en el tema
de educación la inclusión de las Tecnologías de
información y comunicación (TIC) en su
acepción más amplia la podemos encontrar en
las agendas políticas nacionales. Para
Hinostroza y Labé (2011), Las políticas de las
TIC giraron en torno a la innovación, mejoras
en la gestión, prácticas de enseñanza y
aprendizaje y desarrollo de competencias en los
docentes y alumnos, entre otras prioridades. En
ese sentido, “son los lideres quienes toman
decisiones, están conscientes de que las
personas son el tejido social de la organización,
y son ellos quienes poseen el conocimiento, el
reto es lograr que permanezcan innovando”
Peña, Velázquez & Rincón (2018).
Autores como Sunkel, Trucco y Espejo (2013),
identificaron varias etapas en la incorporación
de las TIC´s en LA, desde la época de los
ochenta en donde se incorporan en la
educación experiencias y programas de acceso
a computadores y conectividad, con el objetivo
de mejora en el aprendizaje esto a través de
laboratorios de informática. Década de los
noventa, donde se busca la universalidad del
acceso, centrándose las políticas en
poblaciones menos favorecidas o vulneradas
con la finalidad de la igualdad en el acceso;
pero también se hace énfasis en la pedagogía,
la formación docente y los contenidos y en el
2010 donde se comienza a trabajar en
programas de dispositivos móviles con énfasis
en los alcances fuera del espacio de la escuela
con la finalidad de favorecer cada vez más la
alfabetización digital.
Para Bawden (2008) la alfabetización digital,
refiere al dominio de las ideas, no de las
pulsaciones de teclas, es decir Baden considera
que la alfabetización va más allá de solo una
acción mecánica, más bien una habilidad que
implica ciertas aptitudes. A partir de estas
consideraciones hizo una especificación de
esas habilidades y competencias que se deben
desarrollar en la alfabetización digital entre las
que destacan, la capacidad de poder articular
conocimiento confiable, la habilidad para la
recolección de información de fuentes que
después de identificar un problema puedan
contribuir a su resolución, esto permite la
utilización del concepto de gestión de la
información.
Asimismo, organizaciones internacionales y de
políticas públicas, el proyecto DeSeCo (2008),
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de la OCDE definen las competencias clave
“[…] las que involucran la movilización de
destrezas prácticas y cognitivas, habilidades
creativas y otros recursos psicosociales como
actitudes, motivación y valores” (p 7). Pensar
hoy en que alguien tiene las habilidades de la
alfabetización digital, significa no solo dominar
el texto, sino
también la imagen, el teclado y la pantalla. La
habilidad para leer los textos multimedia y
moverse cómodamente en los nuevos
contextos de internet.
Ante estas situaciones, el reconocer al
complejidad del liderazgo, menciona
Contreras (2008), accede también a
visualizarlo de una manera más amplia,
sistémica e integral, esto permite explicar su
participación con base en teorías y modelos
que incluyen aspectos como la globalización,
la diversidad cultural, la incertidumbre, los
procesos de cambio social, la innovación, el
emprendimiento y, principalmente la
incorporación de tecnologías a los procesos de
interacción, vinculación y comunicación
humana que están presentes en todos los
procesos organizacionales; por lo que el
docente es un factor clave para facilitar los
procesos de docencia, no por el sólo hecho de
enseñar; sino por el hecho de la administración
que hace de las CD en todos los estudiantes, el
nuevo alfabetismo implica una forma de
trasmitir el conocimiento de una forma
planeada, organizada, dirigida y evaluada para
encaminar la navegación en las redes hacia un
conocimiento más integral y justo.
El liderazgo docente se enfrenta a estos
contextos y se confronta con el liderazgo
tradicional en una educación formal en un
entorno relativamente autoritario y organizado
en torno a presentaciones verbales del maestro
al alumno, en estos momentos ha cambiado esa
realidad y no precisamente porque lo hayamos
querido o planeado, sino porque los modelos
educativos universitarios exigen que se integre
la CD, sin embargo, lo que hemos aprendido
como docentes, con excepción de los pocos aún
no lo ha permitido.
Desafíos en el aprendizaje digital
La digitalización ha provocado cambios en el
liderazgo educativo, basados en la revolución
tecnológica y En donde se ha desarrollado un
nuevo paradigma basado en el
informacionalismo como apuntó Castells
(2006), esto dio como resultado una nueva
manera de relación entre los procesos
simbólicos en las formas de producción,
distribución de bienes y servicios, lo cultural y
nuevas formas también de comunicarnos.
Lo anterior, obliga a considerar que el primer
factor a considerar es que los estudiantes en su
mayoría son conocedores de la cultura digital y
están inmersos en las interacciones basadas en
las tecnologías informáticas TIC, su habilidad
es el internet como un medio instantáneo y
personalizado (Oblinger y Oblinger, 2005).
Con esto no se quiere decir que la
modernización tecnológica es la gran solución
para todos los problemas educativos Kent
(2001).
Rollin, (2001) hace referencia que después de
varios estudios realizados a los jóvenes se
reconoce su capacidad multiprocesadora de
información, realizan varias actividades a la
vez y se observó a diferencia de lo que
pensamos (a mayor dispersión menor
concentración) un alto rango de concentración
incluso es comparada con la de altos ejecutivos
que operan en contextos altamente cambiantes.
Así, los supuestamente cortos rangos de
atención de los jóvenes probablemente
resulten efectivos para los entornos futuros.
Bonvin (2005) menciona que también hay que
considerar que los medios que conocemos
hasta el momento “son unidireccionales,
mientras que el internet es un medio
bidireccional, una red de redes…. Un sistema
de comunicación global que conecta millones
de ordenadores, independientes de su
localización geográfica” (pp. 236), y que nos
conduce directamente a lo que se ha
denominado ciberespacio; por ejemplo, si
pensamos en los libros, la televisión y otros
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medios solamente envían información,
mientras que en los medios digitales el usuario
es al mismo tiempo receptor y trasmisor,
promoviendo múltiples formas de
inteligencia: la abstracta lógica, la textual o
lingüística, la visual, la musical, la social o
interpersonal.
De la misma manera, los estudiantes
universitarios que practican de manera
intensiva las redes sociales se adaptan de una
mejor manera a los ambientes no tradicionales
de enseñanza, estos estudiantes muestran
habilidades tecnológicas en actividades
relacionadas a ámbitos sociales y lúdicos.
García, et al. (2012) menciona que aún con
esas habilidades los estudiantes no han
desarrollado competencias necesarias para
dominar el ámbito de aprendizaje y
construcción del conocimiento. Por ello la
importancia del liderazgo docente.
Como administradores de la educación en aula
tenemos la oportunidad de organizar los
medios que posibiliten a los jóvenes los
mejores entornos de aprendizaje, toda vez, que
el internet posibilita la conexión en red, lo que
permite en tiempo real observar prácticas en
otras partes del mundo o simplemente vincular
al estudiante con realidades sociales.
Es importante considerar la brecha
generacional, entre los jóvenes y la generación
de adultos, mientras que los primeros exploran
y aprenden, observan que hacen los demás
para luego, intentarlo ellos mismos en
cualquier herramienta digital; los segundos
suelen negarse a usarlas si no conocen su
funcionamiento, por lo tanto, la nueva forma
de aprender se da en la acción, es concreta
antes que abstracta, por ello el internet no sólo
es un recurso de información sino un medio de
aprendizaje.
Otro elemento que se puede sumar a lo
anterior, es el reconocimiento de la alta
exposición a los dispositivos digitales y el uso
efectivo que se hace de ellos, ya que esto
impulsa un nuevo modo de aprendizaje basado
en el descubrimiento.
Esto implica una complejidad para identificar
lo importante, el buen juicio y descartar lo
superfluo, hay que considerar que los líderes
docentes al no haber sido formados en
competencias digitales, realizan mayor
esfuerzo para el logro de la efectividad.
Un tercer factor, tiene que ver con los cambios
en los ambientes educativos, que como
producto de las contingencias se ven envueltas
en las emergencias digitales. En este contexto
debe versar una reflexión del papel de los
líderes, los cuales inexcusablemente deben
estar preparados para adaptarse a un mundo de
constante cambio. La inmovilidad de muchos
docentes ante este contexto no permitió un
papel activo como líderes en un tema de
especial complejidad.
Un reto más, tiene que ver con el acceso y la
conectividad. Lo que se llama universalización
en el acceso a los dispositivos tecnológicos por
parte de los docentes y estudiantes y las
posibilidades de que puedan favorecer la
inclusión y cohesión social presenta desafíos y
demandas de adecuación a la creatividad de los
líderes, presenta nuevos desafíos como la
complejidad de liderar equipos virtuales a
través de distintas formas de interacción, lo
que redunda en cambios en el liderazgo
tradicional. ecología de aprendizaje,
considerado como sistema abierto, complejo y
adaptativo compuesto de elementos dinámicos
e interdependientes que permiten la
posibilidad de grabar videos, subir trabajos a
las plataformas, la aplicación de herramientas
lúdicas entre otras para impulsar una nueva
forma de aprender y evaluar sus beneficios
(Rollin, 2001).
Para el logro de objetivo, se llevó a cabo una
revisión sistemática de material bibliográfico y
referencial mediante un acercamiento
exploratorio que nos permitió analizar la
competencia digital en los docentes en
educación superior, las bases de datos
utilizadas fueron Scopus, ERIC, ELSEVIER,
Springer entre otras; encontrando que a nivel
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nacional existe una abundante literatura en el
idioma inglés y francés, definiendo que para el
caso que nos ocupa se identificaron
aproximadamente más de 100 referencias, no
así para el caso de LA, del total de textos sólo
35 muestran evidencias recientes del tema en
investigación.
3.
Conclusiones y
Recomendaciones
Las conclusiones y propuestas que aquí se
desarrollan, tienen que ver con lo que se escribe
tanto en informes de organizaciones que hacen
un análisis de cómo el liderazgo ha afrontado el
desafío digital, así como algunas
investigaciones que manifiestan el grado de
compromiso que los lideres docentes han
presentado para la incursión de las TIC en el
proceso enseñanza-aprendizaje como un medio
para el cambio del modelo tradicional en
beneficio tanto de docentes como estudiantes.
Aquí, es importante destacar que “las
tecnologías de la información abren las puertas
al conocimiento de competencias en todos los
contextos como son: la educación, la economía,
la sociedad, y la política”. (Velásquez, García,
Rincón., & Peña 2018, p. 53)
De acuerdo a los hallazgos encontrados en la
literatura, se observa una resistencia de los
docentes para aplicar el liderazgo en el aula,
pareciera que el concepto está alejado del
proceso educativo en el entendido que sólo lo
pedagógico es suficiente para el desarrollo de
su actividad; de hecho, hay autores que hacen
hincapié en que el liderazgo que se aplica en
la educación es sólo pedagógico, perdiendo de
vista que la multidisciplinariedad en las aulas
es de gran envergadura, como ya se ha venido
comentando, las ciencias transversalizan sus
conceptos y herramientas con la finalidad de
mejorar los procesos, por lo que la
intervención de la administración privada en la
NG (educación) va tendiente a planificar,
organizar, dirigir y evaluar las acciones
inmersas en dicha gestión.
Por lo anterior sería necesario la formación del
profesorado en esa multidisciplinariedad que
favorece la consulta en las redes sociales, ya
que nos muestra conocimientos de manera
universal lo que permite ver como un objeto de
estudio se aborda desde lo transdisciplinar,
esto permite no parcializar el conocimiento y
/o las disciplinas para un entendimiento global.
El nuevo escenario, conlleva a nuevas formas
de trabajo y esto también a nuevas formas de
organizar las instituciones, que si bien la
educación de las universidades es considerada
como meramente presencial enfrentamos el
reto de las propuestas de gobierno federal de
aumentar coberturas de las universidades
públicas, consideramos que la combinación de
ambos modelos propicia una democratización
para favorecer el uso mixto y esto solo se
puede hacer mediante la gestión educativa.
Coincidimos con Schwab: La incorporación
de estos avances en la transformación digital
demanda y modifica las necesidades de
aprendizaje y las habilidades de estudiantes,
docentes, administradores y comunidad
universitaria en su conjunto” (2017:13).
Algo más que habría que comentar, es la
diferencia entre los conocimientos de los
estudiantes y docentes en cuanto a CD, por
brecha generacional o no, es indispensable
atender, por lo tanto es necesario la formación
permanente del profesorado mediante la
accesibilidad y flexibilidad de propiciando el
uso de las TIC en cursos virtuales, charlas
mediante videoconferencias, trabajos
colaborativos en redes con docentes de diversas
disciplinas y sobre todo evaluaciones y
estímulos que promuevan su uso. Para Carneiro
(2006), el reto que se le plantea al docente,
constituye uno de los propósitos de la formación
actual, por lo que se requiere que sea una
compresión total de los procesos de
combinación didáctica estableciendo un modelo
didáctico tecnológico, luego entonces el
docente enseña mientras aprende, orienta
mientras colabora, lidera mientras participa,
desarrolla mientras investiga, pone en juego
actitudes mientras expande y crea futuro
mientas actúa en el presente.
En cuanto a la evaluación de competencias
siempre supone un reto y más porque la
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competencia digital docente se organiza en
diferentes dimensiones vinculadas a sus
componentes y actores, es importante no dejar
de lado que existe cierto grado de complejidad
en la interrelación de lo tecnológico y la
enseñanza, cada docente desarrolla habilidades
de diferentes formas y de acuerdo a necesidades
propias; pero sería conveniente que las IES
motivarán el uso de las TIC en la docencia de
manera amable y con estímulos a los docentes.
4.
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REVISTA INNOVA ITFIP, 4 (1), 84-94 JUNIO 2019
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AUTORES
VICTORINA CASTREJÓN REYES
Doctorante en Administración en la Facultad de Contaduría y Administración. Profesor-
Investigador de Tiempo Completo en la Universidad Autónoma de Querétaro adscrita a
la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.
CLAUDIA CINTYA PEÑA ESTRADA
Doctora en Gestión Tecnológica e Innovación. Profesor-Investigador de Tiempo
Completo en la Universidad Autónoma de Querétaro. Miembro del Sistema Nacional de
Investigadores. Líder del Cuerpo Académico “Competitividad y Globalización”.