Por otra parte, el componente cultural también juega un papel fundamental a la hora de cooperar entre
productores agrícolas. En este sentido los productores sanjuaneros cuentan con una desventaja
significativamente en cuanto a la falta de alfabetización y cualificación, que De La Torre (1963) resalta como
necesario para un correcto discernimiento en cuanto a proyectos de asociación y cooperación. Sin embargo, en
temas de propiedad de tierra se cuenta con un porcentaje aceptable, otra característica que, en caso de no
presentarse, puede frenar la cooperación, si previamente ya se cubren las necesidades de los propietarios.
Desde lo social, se puede identificar, como los agricultores en general realizan su labor sin los llamados
“patrones” y de un modo u otro se las han arreglado tras acuerdos, o la adquisición de tierras para lograr cierta
independencia, que posibilita la cooperación. Por otro lado, quienes no cuentan con esta posibilidad, ven en la
misma una forma de lograr independencia y rentabilidad.
Conclusiones
En primer se buscó caracterizar la cadena productiva del ñame en el municipio de San Juan Nepomuceno
Bolívar, dando como resultado, el relacionamiento de siete agentes en el proceso, los productores, los
consumidores locales, los transportadores, los acopiadores, procesadores, distribuidores y comercializadores,
más el consumidor final. Sin embargo, pueden interactuar de diversas formas, dependiendo de agende en
cuestión, por ejemplo, un productor, puede comercializar tanto al consumidor local, como a los acopiadores o
a los productores, todo dependerá del precio, y garantías que considere el agricultor.
En cuanto al proceso productivo, se divide en 5 etapas, que deben seguir condiciones específicas para
garantizar la viabilidad del producto. La primera, la siembra, que preferiblemente se da entre abril y junio y
con una temperatura máxima de 35°, después se cultiva y posteriormente es almacenado, esto dependerá del
tipo de ñame, sin embargo, en general se da un trato específico, en un lugar designado para el mismo con el
fin de potenciar su calidad. Luego se tiene el transporte, que puntualmente en los Montes de María, se hace
prioritario la intervención gubernamental, para el acondicionamiento de las vías. Y ´por último, la
comercialización, que en muchas ocasiones se presenta con los llamados “revendedores” de los cuales los
cuales el productor promedio manifiesta quejas constantes, por los bajos precios a los que quieren adquirir los
productos.
Por otro lado, los agricultores demostraron tener poco conocimiento sobre industrialización dada la poca
maquinaria con la que cuentan. Sin embargo, se muestran dispuestos a cooperar para la obtención de estos
recursos, y el fortalecimiento de infraestructuras y maquinarias.
Sin embargo, cuentan con poca cultura de cooperación, y se evidencia una amplia desconfianza a fuentes de
financiación externa, sobre todo relacionada a aspectos políticos por lo tanto en su mayoría financian sus
cultivos con recursos propios. Pero, se resalta a la presencia de entidades como el SENA que ha brindado
capacitaciones sobre cultivos en la región.
Los productores de ñame del municipio, no cuentan con distribuidoras que velen por sus beneficios, por lo
cual se ven obligados a realizar tratos que consideran injustos, con entes alternos, para comercializar su
producto, o venderlo al consumidor final sin ningún tipo de estudio para determinar los precios más óptimos.
Solo cierto porcentaje que se encuentra asociado logra realizar acuerdos comerciales, que han tenido éxito. A
su vez se debe considerar que el productor promedio de ñame en San Juan, siembra media y una hectárea.
En cuanto a la parte cooperativa, se puede concluir que los productores si muestran interés en temas
cooperativos. Principalmente para obtener mejoras en infraestructura y maquinaria, sin embargo, el tema de la
obtención de tierras y conocimientos técnicos también hace parte de sus motivaciones.