REVISTA INNOVA ITFIP, 11 (1). 55-75. DIC. 2022
Introducción
El ser humano ha dependido desde siempre de sus
congéneres para su supervivencia y progreso. Por este
motivo, para las personas es necesario crear y mantener redes sociales, desde las más básicas, como la familia,
hasta otras más extensas y complejas dependiendo de su entorno y de los diferentes avances tecnológicos.
Rodríguez-Hernández et al. (2014), definen una red social como “una estructura compuesta por personas o por
entidades humanas las cuales están conectadas por una o varias relaciones que pueden ser de amistad, trabajo,
intercambio económico, cultural o cualquier otro interés común” (p. 524). Las tecnologías de la información
y
las

comunicaciones

(TIC),

especialmente

el

internet,

se

ha

convertido

en

un

medio

facilitador

para

la
conformación de las redes sociales, al poder eliminar las limitantes de tiempo y espacio y conectar a personas
en diferentes partes del mundo. Las redes sociales, tienen una gran incidencia en la sociedad moderna, debido
a la capacidad de poner en diversos escenarios elementos informativos y de comunicación que sobrepasan los
avances que la humanidad había registrado hasta ahora.
En
línea con

lo

anterior,

las

redes

sociales

son

ahora

un

instrumento

poderoso

para

impulsar

y

fortalecer
diferentes sectores, como el educativo, el económico, el social, el cultural, entre otros. Una actividad, que se
relaciona con varios de los mencionados sectores es el turismo, el cual representa una importante fuente de
desarrollo económico, social y cultural para las diversas comunidades y países. Por medio de las redes sociales,
las diferentes comunidades, sin importar su tamaño y ubicación, así como los diferentes operadores turísticos,
pueden dar a conocer al mundo su potencial turístico, atraer visitantes y generar ingresos relacionadas con un
sinnúmero de actividades y experiencias únicas que pueden brindar a los viajeros. El uso del internet, se ha
convertido
en

una

estrategia

relevante

para

promocionar

lugares

turísticos

a

nivel

mundial,

pues

estas
herramientas tecnológicas han tenido un crecimiento y masificación exponenciales desde la última década del
siglo XX, convirtiéndolas en factores esenciales para el desempeño productivo, el crecimiento económico y el
desarrollo social en todos los países, obedeciendo a un cambio de paradigma tecno-productivo (DANE, 2015;
Gálvez, 2014; MINTIC, 2014)
Bajo esta premisa, se requiere la construcción de redes comunitarias de formación y apoyo a la construcción
del turismo comunitario, y la implementación de modelos de formación académica desde las instituciones de
educación
superior,

a

fin

de

construir

nuevos

paradigmas

de

desarrollo

económico

en

las

comunidades
beneficiadas
y

los

operadores

turísticos

relacionados,

aspectos

ampliados

por

Kieffe

(2018),

al

señalar

la
importancia
de

centrar

el

desarrollo

turístico,

como

peldaño

para

cada

individuo

y

la

colectividad

de

la
comunidad. El presente artículo de revisión pretende recopilar investigaciones relevantes que se han ocupado
de documentar el papel que desempeñan las redes sociales y comunitarias como ejes de inclusión y desarrollo
de espacios turísticos en el ámbito nacional e internacional, trayendo a colación casos exitosos que permiten
evidenciar como esta simbiosis ha ayudado a potencializar el crecimiento del turismo en diferentes contextos.
El turismo es un tema importante a nivel mundial, y más en esta época post pandemia en donde a los países
les urge una reactivación económica para cubrir el déficit que dejó la crisis sanitaria. En este sentido, el presente
artículo
reviste

especial

importancia,

puesto

que

se

ocupa

de

un

tema

que

tiene

un

alto

impacto
socioeconómico, y su análisis puede servir de referente para futuras investigaciones en la materia y para crear