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REVISTA INNOVA ITFIP, 9 (1). 28-43. DIC. 2021
Adicional a esto el gobierno colombiano expidió e implementó diferentes normas con el fin de
atender
la emergencia

sanitaria

ocasionada

por

el

Covid-19,

cada

una

de estas

normativas

van
enfocadas en pro de afrontar todas las consecuencias que se desencadenaron por la pandemia y
cada una de estas van enfocadas en resolver, contener y enfrentar estos aspectos, algunas de estas
han tenido algunos cambios.
Situaciones laborales presentadas en el contexto del Covid-19 en Colombia.
La crisis sanitaria no fue el único factor que influyó en los mercados laborales durante los primeros
meses del año, y cada uno de los países venía pasando por una coyuntura económica y laboral
específica,
pero

sin

duda

esta

crisis

fue

el

factor

dominante

en

la

evolución

reciente

de

estos
mercados. En líneas generales, se advierte un fuerte impacto de la pandemia en el empleo, sobre
todo una caída de las tasas de ocupación, pero también de las tasas de actividad, lo que indica que
una parte considerable de las personas que perdieron su empleo salieron de la fuerza de trabajo
(Weller, Contreras, Caballero, Tropa, 2020, P. 10)
Por lo mismo, el aumento de las tasas de desocupación no fue tan abrupto como podría ser si la
cantidad de personas inactivas no hubiese aumentado tanto como aquí se indica. Este impacto es
variado para diferentes segmentos de la fuerza de trabajo. El incremento de la desocupación parece
afectar en mayor medida a los hombres, a lo que contribuye, en la mayoría de los países una mayor
caída en su tasa de ocupación. (Weller, Contreras, Caballero, Tropa, 2020, P. 10)
También se aprecia que el trabajo doméstico es de las ramas de actividad más afectadas, junto con
las actividades de alojamiento y servicio de comidas, la construcción, actividades artísticas y de
entretención y el comercio, mientras que la administración pública y los servicios de salud y de
educación son los sectores donde el empleo se contrajo menos. También se observa una tendencia
hacia una mayor desigualdad ya que las pérdidas de empleo afectan, en mayor grado, a trabajadores
informales,
de

menor

educación

formal

y

en

grupos

de

ocupación

de

cualificación

más

baja.
(Weller, Contreras, Caballero, Tropa, 2020, P. 10)
Colombia fue el primer país de América Latina en reglamentar esta modalidad, es líder en la región
en cuanto a regulación, lineamientos de política pública y buenas prácticas. Sin embargo, si se lo
compara con otros países de la región presenta niveles bajos en su utilización. A nivel regional, el
estudio “Teletrabajo en América Latina”, elaborado por la firma 5G Américas (2018), encontró
que
Brasil

lideraba

para

la

fecha

el

número

de

tele

trabajadores

con

12

millones

de

personas,
seguido de
México que tiene 2,6 millones,

Argentina con 2 millones

y Chile con 500 mil. De
acuerdo con el Estudio de Penetración de Teletrabajo en Empresas Colombianas (2018), el país
cuenta con 122 mil tele trabajadores, siendo Bogotá (63.995), Medellín (29.751) y Cali (13.379)
las ciudades con mayor presencia de esta modalidad de empleo. (Medellín, 2020)