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- Priorización de servicios de apoyo a
la producción a las productoras en cada
CCS (La CCS Manuel Espinosa priorizará
la preparación de suelos a sus 4 mujeres
socias y las 8 de las otras cooperativas).
(CCS Manuel Espinosa Ramírez; CCS
Mártires del Cauto y UBPC Manuel
Pedreira López 2016)
- Determinar porcentajes destinados a
las actividades de género proveniente de
la cuenta sociocultural. (CCS Manuel
Espinosa Ramírez; CCS Mártires del
Cauto y UBPC Manuel Pedreira López
2016)
- Valorar, acordar y aplicar el precio de
la prestación de servicios que se aplicará a
las mujeres cebadoras (porcientos
preferenciales) (CCS Manuel Espinosa
Ramírez; CCS Mártires del Cauto y
UBPC Manuel Pedreira López 2016)
- Sensibilizar y capacitar a
productoras, a personal tomador de
decisiones y a jóvenes, en temáticas de
género, en particular sobre estereotipos y
prejuicios sexistas, autoestima,
empoderamiento de las mujeres,
participación en la toma de decisiones,
acceso y control de los recursos. (CCS
Manuel Espinosa Ramírez; CCS Mártires
del Cauto y UBPC Manuel Pedreira
López 2016)
Estos elementos evidencian que, hasta la
fecha, el enfoque de género se ha
mantenido, en sentido general, en el
marco de las garantías del acceso de las
mujeres a los medios de producción y al
empleo. Muestran, además, un
insuficiente tratamiento al machismo
como ideología del patriarcado y de este
como matriz de opresión, lo que no solo
limita la efectiva identificación de los
problemas que se generan en las
relaciones de producción que establecen
mujeres y hombres en los procesos
productivos de carne vacuna sino también
el alcance de las acciones que se
planifican para dar solución a dichos
problemas. Esto se encuentra
estrechamente relacionado con la
estreches del enfoque de género en
sentido general y con el del proyecto
AGROCADENAS en particular.
Las referidas limitaciones impiden a
quienes gestionan las propuestas para
AGROCADENAS establecer el necesario
vínculo con el resto de los ejes
transversales pues muestran las relaciones
entre hombres y mujeres como un sistema
externo e independiente de las relaciones
de propiedad, distribución, cambio y
consumo que se establecen en la
producción agropecuaria. Es por ello que,
en las propuestas analizadas, es tan difícil
identificar problemáticas más allá de la
ubicación de las mujeres en actividades
tradicionalmente concebidas para hombres
o en el acceso de las mujeres
“empoderadas” a los medios de
producción de las cooperativas.
Por tales razones no aparecen en las
propuestas las acciones destinadas al
enfrentamiento a las múltiples formas de
violencia que sufren las productoras,
especialmente a la manifestación
económica que se traduce en la
dependencia absoluta de los esposos y a la
apropiación por parte de estos del
resultado de su trabajo de cuidados.
Tampoco se atiende la violencia
epistemológica a la que son sometidas
desde el momento en que no se reconocen
como válidos los saberes que han
acumulado durante sus vidas.
De igual manera queda excluido de este
análisis el androcentrismo que ubica a los
seres humanos y en especial a los hombres
como los seres supremos de la naturaleza
confiriéndoles la potestad de explotarla
sin medir consecuencias en función de
satisfacer sus necesidades. También se
excluyen acciones dirigidas a potenciar la