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Por otra parte, la educación superior en nuestros días,
concretamente en las IES en términos institucionales, sigue
siendo el producto de una prolongada historia de esfuerzo
incesante al servicio del desarrollo humano. Sin embargo, el
crecimiento en la demanda que han experimentado las
Universidades públicas durante las últimas décadas, así
como la diversificación de la oferta educativa, han traído
consigo múltiples problemas, junto con numerosos logros
decisivos a favor de las sociedades a las que sirven. De todos
modos, el reconocimiento de estos hechos y el apoyo dado
por parte de la sociedad han sido, en general, muy desiguales
y acompañados de incesantes críticas no siempre bien
fundadas (Díez, 2002).
Lo decisivo es partir de una visión apropiada de lo que debe
ser o de lo que queremos que llegue a ser la Universidad ante
la creatividad en un mundo globalizado, así como en relación
con cada sociedad, desde la particular circunstancia de cada
una de ellas.
La gestión del conocimiento en las Instituciones de
Educación Superior (IES) es de tal magnitud que afecta a su
competitividad y supervivencia, convirtiendo su nivel de
asimilación de las actuaciones organizacionales en uno de
los factores determinantes del éxito o fracaso.
Senge (2009) menciona que el mundo está determinado no
solo por individuos, sino por redes de empresa e instituciones
gubernamentales y no gubernamentales que influyen en la
vida diaria y que los actos individuales están condicionados
por la red de instituciones que interconectan el mundo. La
brecha entre la necesidad de pensar y actuar de manera
interdependiente y las habilidades para hacerlo está en la
base de todos los problemas más difíciles que se entrenan día
a día.
Existen tres áreas que se consideran dentro del aprendizaje:
1) En lo individual y colectivo, que están continuamente
aprendiendo la manera de ver los sistemas más grandes de
los cuales forman parte organizaciones, cadenas de
suministros y regiones industriales.
2) Cuando entienden que es decisivo colaborar a través de las
fronteras que anteriormente los separaban de otros, dentro y
fuera de sus organizaciones. Cambiar la forma en que
funcionan los sistemas insostenibles no pueden separarse de
cambiar la forma como se trabaja, ello empieza con la
generación de relaciones de confianza y mutualidad genuina
entre unas personas que previamente tenían poca o ninguna
de las dos; y
3) A medida que las personas trabajan juntas, también llegan
a enfocarse en lo que verdaderamente les importa, y su modo
de pensar evoluciona de un modo reactivo, solucionador de
problemas a uno que crea los rasgos que realmente desean.
Con esto viene un nivel de compromiso, imaginación,
paciencia y perseverancia que va más allá de lo que ocurre
cuando sólo se reacciona a los problemas (Senge, 2009).
Esas tres áreas, deben desarrollarse continuamente, en
instituciones y en individuos, porque las instituciones y las
redes que ellas crean determinan la manera cómo funciona el
mundo y guardan la mayor promesa de cambio sistémico.
3.2. Estrategias de aprendizaje a partir del
desarrollo de competencias en el uso de las tecnologías
para el aprendizaje
Las experiencias de aprendizaje flexible para Moreno O.,
(2007) indican que los docentes presenciales están
confrontándose con una variedad de nuevos retos al impartir
sus programas, con múltiples modos de aprendizaje que
podrían incluir componentes en línea e impresos; nuevos
periodos de enseñanza, inscripción y ritmos flexibles,
cohortes mixtas de estudiantes internacionales, locales, por
nombrar sólo unas pocas de estas nuevas opciones.
La principal diferencia en la labor docente presencial y en
línea es el uso y aplicación de la virtualidad, entendida ésta
como el medio electrónico para desarrollar el aprendizaje.
Conocido como Tecnologías de la Información, éstas son las
herramientas que se diseñan en una plataforma virtual,
empleando el internet.
Lo que se busca es clarificar las diferencias existentes, ya que
ambas formas de impartir el conocimiento, implican tiempo
de preparación, dominio del tema, experiencia profesional
en el tema, disciplina, convencimiento, compromiso,
responsabilidad y vocación.
Pero las evidencias de los autores citados dictan ciertas
diferencias que no sólo tienen que ver con la virtualidad, sino
con características y competencias de quienes hacen uso de
medio electrónicos para compartir conocimientos y
experiencias.
De ese modo, se presenta un punto de vista de Höghielm
(1998) en donde aporta una reflexión acerca de las
diferencias existentes en la forma tradicional de la educación
y del uso de la tecnología para crear la educación a distancia.
“muchas de estas formas de abordar la educación a distancia
pueden relacionarse con distintas teorías psicológicas sobre
el aprendizaje, como Skinner, Rothkopf, Ausubel, Bruner,
Gagné, etc. El problema se deriva, en que sólo apoyan de una
forma general las distintas aproximaciones pedagógicas.
Cuando se lleva a la práctica un curso "tradicional" a
distancia el resultado, a menudo, también estará sujeto a un
marco de referencia que no permitirá a los participantes
ninguna posibilidad de influir por ejemplo en el contenido y
desarrollo del curso.
Höghielm (1998) ofrece algunas reflexiones didácticas sobre
el aprendizaje a distancia:
Diciembre 2018 Vol 3 Nº 1
TI EN EL PROCESO DE INGRESO EN UNA IES EN MÉXICO