recuperación económica. Dichos desafíos se pueden resumir en: empleabilidad, transformación digital y
nuevas estrategias de negocio, financiación y narrativa.
Marco metodológico
El diseño propuesto para esta investigación es de carácter documental descriptivo, con un enfoque cualitativo,
considerando que se recopila y discrimina la información teniendo como muestra y ejercicio metodológico la
revisión documental, que de acuerdo a Sampieri (2018) implica la revisión de la lectura de documentos, libros,
revistas, grabaciones, filmaciones, periódicos, bibliografías, bases de datos de fotografía digital y archivos de
memoria. Este diseño se utilizó dada la importancia en la recopilación de investigaciones relacionadas con la
economía naranja e impulsos tecnológicos que de ella se derivan, para esto se consolidó una base de datos
como herramienta de sistematización, se seleccionaron documentos por su aporte a la temática y su innovación
metodológica como criterios de inclusión.
Resultados y discusión
Para el abordaje de los resultados es necesario precisar diversas perspectivas sobre Economía Creativa o
Naranja, industria cultural o creativa y desarrollo tecnológico. Al respecto, existen varios autores e
instituciones que realizan una conceptualización al término de economía creativa, termino inicialmente
utilizado por Howkins (2001) Siendo este el pionero en implementarlo. Howkins señala que la economía
creativa tiene su origen y fundamento en la idoneidad del ser humano de producir ideas creativas que puedan
adquirir un alto valor comercial al ser desarrolladas, en este aspecto es indispensable no solo la creatividad
para focalizar las ideas y materializarlas sino el conocimiento del público hacia el que van dirigidas. Para el
autor la palabra clave que antecede a economía creativa es “idea creativa”.
La “idea creativa” representa para Howkins la materia prima que atraviesa por un proceso de transformación
hasta convertirse en un producto deseable dirigido a un público en particular. La idea desarrollada es la
posesión intangible que puede ser explotada para generar riqueza requiere de una gestión especial caracterizada
por la propiedad intelectual. Su importancia radica en el hecho de que tener una idea y desarrollarla, contiene
un fuerte componente de motivación y esfuerzo que trasciende más allá de la recompensa económica. Howkins
identifica que las ideas creativas están inmersas en casi todas las actividades comerciales del ser humano, sin
embargo, existen sectores en donde su uso y aplicación representa un todo indefectible para operar, entre
dichas actividades se encuentran las artes visuales, escénicas, diseño, cine, publicidad, artesanías,5
arquitectura, investigación y desarrollo, editorial, juguetes, juegos, videojuegos, moda, música, software, radio
y televisión, a estos sectores se le denominan industrias creativas.
Así mismo, Newbigin (2010) expone que, en la práctica de actividad comercial, la economía creativa es tan
antigua como la humanidad misma, asociando dicho termino con las actividades de creación como la música,
el teatro, las artes visuales, el estilo y la moda con influencia social. Correlacionado la idea de que siempre
habrá alguien que quiera manifestar cultura a través de sus creaciones y por supuesto, alguien que esté
dispuesto a comprar dichas creaciones. Newbigin llama a esto una “antigua tradición” que ha adquirido una
mayor visibilidad e importancia en el presente siglo y se han catalogado en un mayor rango de actividades