Dentro de un estudio de caso la información se puede adquirir de forma cualitativa o cuantitativa,
en documentos, entrevistas, observación directa y objetos físicos, permitiendo comprobar y
comparar una o más hipótesis, así como confirmar teorías existentes, además las investigaciones
pueden ser descriptivas o exploratorias, dependiendo lo que se pretenda conseguir.
“El estudio de casos se caracteriza porque presenta especial atención a cuestiones que
específicamente pueden ser conocidas a través de casos. El caso puede ser simple o complejo y
puede ser un niño, una clase, o un colegio” (Buendía, 1998, p. 257).
Marco Teórico:
La cultura organizacional es considerada como el conjunto de conductas, valores, creencias,
hábitos y comportamientos que distinguen a una organización de las demás, la cual se crea
mediante un proceso de socialización con un grupo de individuos que mantienen relaciones
formales e informales y que comparten intereses en común (Dominguez, 2009). Lo anterior,
respondiendo al cumplimiento de los objetivos organizacionales, los cuales permiten que las y los
trabajadores tengan un sentido de pertenencia dentro de la organización, provocando así efectos
positivos (o no), además, de generar mayor compromiso, lealtad, mejorando la calidad y
productividad dentro de la empresa.
Por tanto, la cultura organizacional refleja una amplia contextualización de la empresa, misma que
se puede relacionar con las prácticas de Responsabilidad Social Empresarial que pueda tener la
organización.
Sobre la perspectiva anteriormente planteada, nos encontramos con Vallaeys (2007) quien refiere
a la Responsabilidad Social Empresarial como aquella exigencia ética y una estrategia racional de
desarrollo para la inteligencia organizacional, en donde se pide que las organizaciones respondan
por sus acciones y consecuencias en el mundo y responder a los diversos grupos interesados o
afectados.
Desde la conceptualización que marca Vallaeys (2007), se entiende que las organizaciones deben
posicionarse bajo dos perspectivas, la primera de ellas tiene como base el responder por la
“excelencia”, la “democracia” y la “ecología”, donde se enfatiza las pretensiones (calidad de sus
productos y servicios, rendición de cuentas, reportes, evaluación, así como los estándares, normas
y auditoría externa) y los impactos (cuidado, prevención, respeto, análisis de impactos,
amortización con el entorno) también, deben responder a buscar el mejoramiento continuo,
dividiéndose en sus partes interesadas (diálogo y negociación, participación, solución de conflictos,
transparencia, confiabilidad y satisfacción de necesidades), y sus partes afectadas (anticipación de
riesgos, política sostenible a largo plazo, visión ética global).
Por su parte, Cajiga (2020), en el Centro Mexicano para la Filantropía (CMEFI) reconoce que:
La responsabilidad Social Empresarial es el compromiso consciente y congruente de cumplir
integralmente con la finalidad de la empresa, tanto en lo interno como en lo externo, considerando